dimarts, 26 d’octubre del 2010

Crónicas marcianas

Billy Wilder cuenta la historia de un pobre hombre que va al psicólogo para que éste trate de curarle de su profunda depresión:

Sólo quiero morirme, doctor. Ayúdeme…

Verá –dijo el doctor–, usted debe volver a reír, a disfrutar de la vida. El otro día estuve viendo a un cómico fantástico, se llama Garrick, y tiene un espectáculo en el que no puedes parar de reírte. Le voy a regalar unas entradas, pero prométame que va usted a ir a verle.

No puedo ir, doctor –contestó el paciente.

¿Por qué?

Porque yo soy Garrick…

Ésa es la mirada del creador de humor. Un ser necesariamente antisocial, obligado a no integrarse demasiado para seguir observando a los demás desde fuera; pero, simultáneamente, necesariamente social, debido a que precisa tener cerca a los seres de los que se alimenta.

El entretenimiento en TV: Guión y creación de formatos de humor en España. P 279

Este monólogo de Seinfeld es una reflexión brutal (es que me emociono). Se ha convertido en extraterrestre, se ha montado en una nave espacial para asomarse y mirar lo que pasa. Sin más ¿no?


1 comentari:

  1. Certament, recollir la merda dels gossos és un simbol del seu poder sobre nosaltres, tot i que nosaltres tambe els portem encadenats on ens surt dels ous, encara els tenim dominats, fins que siguin ells els que portin les corretges (un dia vaig veure un gos enorme passejant un nen mes baixet que el gos, sublim xD)

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